Con la contundente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, una pregunta surge en el sector del entretenimiento global: ¿Qué significará este triunfo para la industria? Un análisis de Ampere Analysis sugiere algunas respuestas basadas en los impactos esperados de las políticas económicas y exteriores de la administración Trump.
En términos económicos, la mayoría de los analistas prevén que la presidencia de Trump fortalecerá el dólar frente a las principales monedas mundiales. Este incremento en el valor del dólar podría incentivar aún más la inversión de EE.UU. en producciones internacionales, ya que los recursos y equipos extranjeros se volverían más accesibles. Sin embargo, esto también podría afectar negativamente a Hollywood y al mercado de producción en EE.UU., al volverse menos competitivo frente a sus pares internacionales. Cabe recordar que, durante su administración previa, Trump criticó que un dólar fuerte daba ventaja a los bienes y servicios extranjeros. Si la historia se repite, podríamos ver nuevos aranceles dirigidos a ciertos sectores, aunque no parece probable que estos afecten la importación de contenido audiovisual directamente.
Otra implicación es que el “trumpismo” podría reducir las regulaciones, lo cual facilitaría una ola de fusiones y adquisiciones en la industria, especialmente en el sector de la producción y distribución de contenido. Esto llega en un momento en que la industria busca estabilizarse tras el fin de la era de “peak TV” (auge de la televisión). Sin embargo, la relación tensa entre Trump y los medios podría plantear dudas sobre cuán indulgente será el gobierno en la regulación de este sector.
La industria tecnológica también está en alerta, especialmente por posibles aranceles a productos de Asia, los cuales afectarían la disponibilidad de componentes clave en un momento de alta demanda impulsada por la expansión de la inteligencia artificial (IA). Empresas como Amazon y Disney han implementado IA en sus operaciones. Amazon, por ejemplo, ha introducido opciones de resumen de episodios y temporadas en su función de «rayos X», mientras que Disney ha lanzado la Oficina de Habilitación Tecnológica para explorar oportunidades y riesgos asociados con la IA y otras tecnologías emergentes.
La carrera presidencial también ha tenido un impacto positivo en la publicidad en EE.UU. Fox, por ejemplo, ha duplicado sus ganancias en el último trimestre, impulsadas en parte por el gasto récord en anuncios políticos. Además, Fox ya ha vendido todo su inventario de anuncios para el Super Bowl de 2025, un indicador de la sólida demanda en el mercado publicitario estadounidense.
En contraste, el panorama no es tan favorable para los medios tradicionales. Comcast está considerando escindir sus redes de cable para concentrarse en la transición al streaming, mientras que Disney y Paramount evalúan sus propios activos en medios tradicionales, lo que indica un movimiento general hacia un enfoque digital en la industria.
En el ámbito deportivo, DAZN ha ampliado su oferta de boxeo al firmar un acuerdo exclusivo con Queensbury, consolidando su posición en este sector. Asimismo, Pluto TV de Paramount ha firmado un nuevo acuerdo con NBCUniversal para incluir contenido de comedia y canales FAST basados en shows populares de los años 80 y de ciencia ficción.
Finalmente, en Europa, Netflix enfrenta investigaciones por fraude fiscal, mientras que en Reino Unido la fusión de las operadoras móviles Vodafone y Three está próxima a ser aprobada bajo condiciones de protección al cliente.
Este análisis de Ampere Analysis subraya los múltiples factores que influirán en la industria del entretenimiento bajo una administración Trump, resaltando la importancia de un contexto geopolítico y económico que sigue cambiando a nivel global.
