La aplicación de ‘streaming’ de vídeos cortos, que contaba con una inversión millonaria, pretendía plantar cara a YouTube e Instagram con productos desarrollados por figuras de Hollywood
El experimento millonario de Quibi ha llegado a su fin seis meses después de su lanzamiento. El sueño de Jeffrey Katzenberg, fundador de DreamWorks y exdirectivo de Disney, y Meg Whitman, exejecutiva de eBay, de crear (y triunfar con) una plataforma de streaming de vídeos cortos de menos de diez minutos para ser consumidos en teléfonos móviles ha resultado ser un fracaso que se venía anunciando casi desde su estreno pese a haber firmado contratos con importantes figuras de Hollywood en la creación de sus contenidos, como Steven Spielberg, Guillermo del Toro, Laura Dern o Ridley Scott. Katzenberg y Whitman. Los directivos, que lograron una inversión de mil millones de dólares para lanzar el producto el pasado abril, han comunicado el cierre en una carta a empleados e inversores.
La apuesta de Quibi era a priori interesante, tanto por la duración de sus contenidos (diez minutos o menos, pensados para consumir también fuera del hogar, en medios de transporte, por ejemplo) como por el formato: poder ver el mismo contenido tanto en horizontal como en vertical con tan solo girar la pantalla del móvil (a medio camino entre YouTube, Tik-Tok y los stories de Instagram).
El proyecto, que además ha coincidido con la pandemia mundial por el coronavirus (y por lo tanto, según achacaron desde la compañía, la gente, confinada en sus casas no consumía este tipo de contenidos tanto en sus móviles), no ha contado con las visitas esperadas, y se ha enfrentado a dificultades externas, como una demanda por violación de patente y robo de secretos.
El cierre llega, según medios especializados estadounidenses, después de que Katzenberg intentara vender la compañía a empresas como Apple, Facebook o Warner. Tras el fracaso en este esfuerzo, el directivo trata ahora de colocar la tecnología que han desarrollado en el último año, o al menos algunos de sus contenidos, en empresas como NBCUniversal o Facebook, también sin éxito de momento, según The Wall Street Journal.